Una gran diversidad de especies del género Bacillus han demostrado tener actividad antagónica contra diversos microorganismos fitopatógenos de cultivos agrícolas, tales como maíz, arroz, frutales, entre otros (Wang et al., 2014; Li et al., 2015). El estudio de esta capacidad de Bacillus se inició por el descubrimiento de la actividad insecticida de las proteínas Cry producidas por B. thuringiensis; en la actualidad diversas especies del género Bacillus (B. subtilis, B. pumilus, B. amyloliquefaciens y B. licheniformis) son ampliamente estudiadas para mitigar la incidencia de enfermedades de importancia agrícola (Raaijmakers y Mazzola, 2012). Entre las principales vías por las cuales estas cepas evitan el establecimiento y desarrollo de organismos fitopatógenos es a través de diferentes mecanismos, que incluyen A) la excreción de antibióticos, B) sideróforos, C) enzimas líticas, D) toxinas y E) induciendo la resistencia sistémica de la planta (IRS) (Figura 3) (Layton et al., 2011; Tejera-Hernández et al., 2011).

Fuente: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-33092018000100095